Las distintas religiones del
mundo y todas las alternativas espirituales que han aparecido recientemente,si
son verdaderamente honradas y honestas,todos ellas representan la búsqueda de
Dios Padre y la Verdad Espiritual.
Lo triste es cuando algunos seres humanos controlan las búsquedas de la
Verdad,de aquellas personas con sensibilidad espiritual y las limitan,para
evitar que se potencien y escapen de su control.Estos seres humanos pretenden
aislar mediante el "miedo a la ira Divina"y de hecho lo hacen,a todos
aquellos que mantienen bajo su potestad.
El verdadero honor reside en la decidida búsqueda personal y no en lo que
ellos,los mercaderes religiosos,montan alrededor de muchos ritos que afectan a
muchos creyentes.
Debemos recordar siempre que el carácter sagrado de nuestro mundo reside dentro
de quienes lo habitamos,y no en ciertos edificios llenos de lujo y ostentación
con rituales estereotipados.
En cada uno de nosotros como seres mortales las verdaderas y únicas armas
ceremoniales que tienen un propósito espiritual personal bien definido,son La
Espada de la Verdad,el Escudo del Conocimiento y la Armadura de la Conciencia.
En lo personal debemos permitirnos encontrarnos a nosotros mismos,encontrar
nuestra verdadera realidad,que debe ser un lugar lleno de paz y tranquilidad,en
el cual estemos seguros de que vamos a encontrar respuestas paz y propósito
según nuestra propia percepción.
Debemos hacer todo lo posible por controlar los excesos de nuestra parte humana
carente de Amor,con la cual siempre tendremos que lidiar;la humanidad sin Amor
siempre crea la oscuridad.
Hay algo en el ser humano que lucha dramáticamente con la última sinapsis
lógica de la materia cerebral para impedirnos creer que somos más que un ser
humano mortal de carácter material.
El verdadero discernimiento nos proporciona limpiar nuestra mente,para que
quede libre de predisposiciones y prejuicios que hemos adquirido durante
nuestra vida,bien sea por las enseñanzas recibidas o como producto del medio
ambiente en el cual nos hemos desarrollado.
El verdadero reconocimiento de nuestra potencialidad es nuestra
autovaloración.Es la verdad más elevada y poderosa para sí mismo y para
toda la humanidad;es la que está mejor guardada y la que es difícil aceptar
para muchos.Estamos en éste mundo para pasar por las distintas pruebas de la
vida humana adquiriendo experiencia y debemos elevar nuestra conciencia para
así alcanzar una vibración,tambien elevada,mediante las lecciones y la
experiencia en nuestro propósito de mejoramiento espiritual y de ésta manera poder
crear una diferencia no solo para nosotros mismos y para la humanidad sino
también para todo el Universo.
Recordemos siempre que lo único que nos puede detener en nuestro viaje hacia la
iluminación como ser mortal,es el sentimiento de que no somos dignos de
realizar solos,de manera personal,este viaje.
Teengamos siempre en cuenta de que somos una parte de Dios,que estamos en éste
mundo para aprender experiencialmente,con un propósito Divino perfectamente
definido.
Con la calma y el discernimiento despejaremos nuestra mente para llegar a
conocer nuestra asociación con el Espíritu de Dios que reside en cada uno de
nosotros.
Así encontraremos la realidad de nuestra autovaloración,nuestra dignidad
espiritual.