martes, 6 de mayo de 2014

La capacidad de aprender de la experiencia


 La adquisición del potencial de la capacidad de aprender de la experiencia señala el comienzo del funcionamiento de los espíritus ayudantes, y estos funcionan desde las mentes inferiores de los entes primitivos e invisibles hasta los tipos superiores en la escala evolucionaria de los seres humanos. Los ayudantes son la fuente y el modelo original para la conducta de la mente, que viene a ser algo misteriosa en las rápidas reacciones al medio ambiente material, las cuales no se alcanzan a comprender del todo. Han de pasar mucho tiempo estas influencias fieles y siempre seguras, llevando adelante su servicio preliminar antes de que la mente animal alcance los niveles humanos de la receptividad en cuanto al espíritu.
 Los ayudantes funcionan exclusivamente en la evolución de la mente experiencial, hasta el nivel de la sexta fase, el espíritu de adoración. A dicho nivel ocurre aquella superposición inevitable de los ministerios —fenómeno en que lo superior alcanza al nivel de lo inferior para coordinar el advenimiento del logro subsiguiente de los niveles avanzados de desarrollo. Aún más ministerio del espíritu acompaña a la acción del séptimo y último ayudante, el espíritu de la sabiduría. Durante todo el ministerio en el mundo espiritual, el individuo nunca experimenta transiciones abruptas en la cooperación del espíritu; estos cambios siempre son graduales y recíprocos.
Siempre han de diferenciarse los dominios de las respuestas física (electroquímica) y mental a los estímulos que originan en el medio ambiente y, a su vez, se deben reconocer todas éstas a fuerza de fenómenos independientes de las actividades espirituales. Los dominios de la gravedad física, mental y espiritual son reinos distintos de la realidad cósmica, no obstante sus interrelaciones íntimas.                                      Tomado del Libro de Urantia

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