Nada sucederá, querido humano, hasta que te
agrandes y descartes esa ridícula baja autoestima (se ríe). A mis ojos se ve
ridícula, porque los veo como maestros; ¡es hora de crecer! El tema de la
autoestima es un resabio del pasado; nada de ahora; no ha sucedido ahora. No
permitan que suceda ahora. Es hora de tomar el lápiz, darlo vuelta y borrar la
falta de autoestima. Afirmaciones: di afirmaciones si lo necesitas; hazle saber
a tu cuerpo quién eres. "¡Yo soy un maestro! ¡Estoy sano! Estoy en control
de mi realidad.¡ Controlo mi salud! ¡Estoy rejuveneciendo! Yo soy, yo soy, yo
soy!" Luego observen; vean al cuerpo trabajarlo. Vean cómo sucede.
"Tengo autoestima. Soy fuerte. Soy un maestro en mi sabiduría. Mi innato y
yo estamos juntos y el cuerpo responderá!" ¡Simplemente dile quién eres!
Dejen de revolcarse en lo que considerarían
victimización o algo así. Esto no es para alguien que está aquí; es para
alguien que escuchará después. Ustedes saben quién soy. ¡Oh, ustedes son mucho
más grandes! Esta nueva energía, ¡pueden sentirla! Algunos de ustedes no saben
por qué; no saben qué están sintiendo; ¡es eso! Algunos la están sintiendo ¡y
piensan que algo anda mal! (se ríe) . Así de diferente es esto. ¿Qué tal si es
más poder y más capacidad? ¿Y si es una mayor sabiduría? ¿Y si se trata de que
tú eres capaz de erguirte y ser un ejemplo para los que te rodean, como nunca
antes? Muéstrales lo que puedes hacer. Haz que te pregunten quién eres, cómo lo
hiciste.
Miedo al futuro?
Y lo último: dejen de tener miedo al futuro.
Ahora bien; ya me oyeron decir esto antes: eso va a ser un freno. ¡No teman al
futuro! ¿Realmente creen que los hemos traído hasta aquí solo para destruirlos
en una catástrofe? ¿Creen que los hemos traído tan lejos para llegar a un lugar
en que los conquistaría la oscuridad? Quiero que usen su lógica espiritual, y
se relajen con estas cosas.
Estoy frente a adultos: adultos espirituales;
ya no son niños. Los he observado durante eones en el patio de juegos de la
vida, con una espiritualidad que estaba comenzando. Me encuentro frente a
adultos, de modo que es hora de ser adultos. El nuevo ser humano es aquel que
sabe quién es. Que empieza a reclamar lo que merece, a avanzar en una luz nueva
y una nueva realidad. Así es el nuevo humano.
Soy vehemente. Desde el otro lado del velo, de
la Fuente Creadora, les estoy diciendo: ¡Adelante!
¡Soy apasionado! Porque veo quiénes son, ¡y
muchos de ustedes no lo ven! Por eso hay emoción: ¡porque yo sé lo que pueden
hacer!
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