Vamos a
iniciar la enseñanza. Estos son resúmenes, tal vez cosas que quizá oyeron
antes, pero que hoy se agrupan para ayudarlos a comprender mejor. Me encuentro
delante de un sagaz grupo de personas, muchas de las cuales se llaman a sí
mismas Trabajadores de la Luz. Pueden definir eso como quieran.
Debemos
tomar conciencia, una concientización de todas las cosas más allá de
nuestra linealidad.Realmente
la convicción de que todos somos una parte de Dios.
La mayoría
en la sala, ante de mí, son muchos de ellos. En esa concienciación hay
comunicación con el otro lado del velo.Así que voy
a señalar una de las falacias y las frustraciones de lo que sucede cuando hacen
ese viaje hacia el otro lado linealmente.
Queridos
Seres Humanos,
¿cuántos
de ustedes recibieron mensajes que cambiaron su vida? ¿Tal vez entran en un
estado meditativo, quizás están en ese estado de sueño que acabo de sugerir?
Pero ahí
está, una idea, ¿tal vez incluso una instrucción? ¿Tal vez tuvieron una
visualización? Podría parecer así: Esto es lo que debes hacer. Este es el libro
que vas a escribir. Así es cómo va a ser tu futuro. Esta es la modalidad de
sanación que vas a enseñar. Estas son las instrucciones de que vas a conocer a
alguien. Vas a hacer algo.
Ustedes
están entusiasmados con eso, ¿no? Tal vez vuelven de la visualización y le
dicen a su amigo, “¡Es tan real! Esto es lo que tengo que hacer. Esto es lo que
voy a empezar. ¿No es emocionante?” ¿Y entonces qué hacen? Proceden a
implementarlo. ¡Ay, qué lineales son! ¿Es ése el mensaje que recibieron? En un
estado cuántico, ¿les dijo Dios que vuelvan y lo hagan ahora? La respuesta es
no. Sin embargo, como creen que su reloj va en una sola dirección, vuelven a la
banda lineal del tiempo y empiezan a implementar lo que se les dijo. Es un gran
error, pero no lo saben.
Ay, ser
lineal, sólo veamos lo que ocurre a continuación. La mayoría de las veces, sin
importar lo que les mostraron... falla. Prevalece la decepción: “Se supone que
debía escribir este libro y lo intenté y ahí estaba... y no pasó nada. No hubo
un editor que lo quisiera, a nadie le gustó realmente. Me debo haber
equivocado. Tuve estas grandes ideas y las apliqué, pero no pasó nada”, dicen.
Verán,
queridos, yo sé quién está aquí [y leyendo esto] y les estoy hablando a algunos
de ustedes en este momento y ustedes lo saben. Incluso si no se lo han dicho a
nadie, el fracaso es así. El cerebro humano no quiere salir afuera y decir: “No
sé por qué no tuve una buena comunicación con el Espíritu. Recibí el mensaje,
volví, lo intenté y no pasó nada.” ¡Ay, qué lineales son! ¿Entonces qué
hicieron con eso? Esta idea, esta belleza, este pensamiento, las acciones que
planearon, las cosas que les mostraron que eran suyas... ¿qué hicieron con eso
una vez que lo intentaron y fracasaron? ¡Lo pusieron en el estante y cerraron
la puerta del armario! ¡Se acabó!
Tal vez
algunos de sus amigos hayan dicho: “Sabes, recuerdo que hace algunos años
intentaste hacer algo. ¿Por qué no lo intentas nuevo?” ¿Qué les dijeron ustedes
a ellos en ese momento?
“No, lo
intenté y fracasó.”
¿Qué? ¡Ay,
qué lineal! ¿Entienden hacia dónde voy con esto? Dios no les dijo que lo
hicieran ahora. En su prejuicio del tiempo, ustedes decidieron cuándo, dónde, y
luego, contra todo pensamiento cuántico racional, ¡una vez que lo intentaron,
lo descartaron! Ni siquiera lo van a sacar y hacerlo de nuevo, ¿verdad? ¡Ay,
qué lineal! ¡Qué tendencia a una única línea de tiempo que tienen! Esto es lo
hace el pensador cuántico: Recibe el mensaje, vuelve de la visualización, y
celebra el mensaje. Es un boleto que sostiene en su mano que dice que está
llegando un tren. Si mira de cerca el boleto, no hay un tiempo en él. No dice cuándo,
¿o sí? Pero aún tiene el boleto. ¡Eso es suficiente para una mente cuántica!
Él va a
celebrar el boleto para luego sentarse de nuevo y crear la actitud para esperar
la sin cronicidad. Es decir, se conectará con la cuanticidad de quién es y
luego observará la sincronicidad que se produce, de manera que pueda reconocer
el arribo del tren. ¿Entienden esto? Bendito es el Ser Humano, sentado aquí
ahora, que es consciente de lo que estoy diciendo. Hay cosas merodeando en el
armario que cerraron bajo llave que ahora están listas. ¡Este es el momento! Es
el punto de decisión. En este momento es cuando siempre se supuso que lo
harían. No funcionó antes porque no se suponía que funcionara antes. La
sincronicidad no estaba allí, la energía no estaba allí, la cuanticidad no
estaba allí, y ahora lo está.
¿Qué
significa eso para ustedes? Vuélvanse cuánticos conmigo por un momento. ¿Qué
creen que significa? ¿Qué tipo de decisión les gustaría revisar? Ésa es la
invitación. Ya era hora, ¿no? Ustedes piensan de forma lineal, y por tanto,
tienden a un estilo lineal, y eso interrumpe el flujo de su contexto espiritual
de comunicación con Dios. Porque es normal, ustedes ni siquiera son conscientes
de ello. ¿Y saben lo que crea eso? Frustración, y a veces enojo. A veces incluso
le darán la espalda al Espíritu y dirán: “Esto no funcionó. Me parece que debo
seguir adelante.” O bien, “Esto no funcionó. No soy tan amado como pensaba que
lo era.” Ése es el prejuicio lineal de un Humano, y no representa la verdad