Hay varias formas en las que puedo establecer
el contexto aquí y así, en este mensaje, vamos a hablar de una pequeña
criatura, que será una hormiga y a la hormiga se le ha asignado una tarea:
todas las demás hormigas han encargado a esta hormiga que salga y busque el
rostro de Dios. Intuitivamente saben que el rostro de Dios se encuentra en un
lugar.Así es que la hormiga emprende su viaje y se encuentra sobre una pintura,
un cuadro que es tan grande como toda la pared y de hecho el cuadro, esa
pintura, es el rostro de Dios, es bellísimo. Los colores vibran, los rostros
son alegres, es tan real que casi se puede tocar. Pero la hormiga no tiene
idea. Todo lo que sabe la hormiga es que conforme da cada paso, parece que
encuentra cada vez más color y no importa cuánto la hormiga se desplace sobre
el cuadro, la hormiga no tiene idea de cómo es el rostro de Dios.
Vuelve e informa a las otras hormigas, anduve
y anduve y toqué el rostro de Dios, pero es solamente un color y si andas lo
suficiente, ese color se convierte en otro color. Por tanto para estas hormigas
la realidad es que Dios es un color, pero esto es porque no hay forma de que
puedan ver el cuadro en su totalidad.La humanidad tiene algo parecido con el
espíritu. La humanidad abarca a Dios como parte del escenario tridimensional de
su realidad y hace supuestos, y este es el primero: Que Dios está dentro de tu
marco temporal. Y bueno, los Trabajadores de la Luz dicen sabemos algo mucho
mejor que esto. Sabemos que Dios es atemporal, pero esta no es la forma, pero
cuando pides algo, te sientes muy desilusionado cuando no ocurre en tu marco
temporal.
Algunos somos impacientes con nuestro tiempo
tridimensional, os dais golpecitos con el pie, esperando la entrega del paquete
que hemos pedido de Dios y piensas, verdad, que el reloj de Dios es como tu
reloj, pero no es así. Y ¿qué es lo que harás con ese conocimiento?, y ¿cómo
vas a darle sentido a esto? De esto hablaremos mañana.
Incluso piensas que Dios se parece a ti, y
esto se lo hemos dicho antes, los humanos hemos pintado una imagen de Dios como
un humano. Los seres angélicos y angelicales más sagrados sobre la faz de la
tierra, que vienen y van en sus formas milagrosas, en formas interdimensionales
y los dibujamos y los representamos en dos dimensiones, y les damos piel y les
damos alas y decimos “esto es un ángel”, es igual a Dios. No, no es igual a
Dios, se parece a ti. Y luego los
Trabajadores de la Luz decimos, “sabemos mejor”, sabemos que Dios no tiene un
aspecto humano. ¿De verdad?, entonces muéstrame el dibujo de lo que piensas que
es el aspecto de Dios. Hay muy pocos, sabéis, porque no se puede pintar en un
espacio multidimensional.
Pensamos que Dios es lineal, la forma en la
que tratamos todo el proceso del sistema. Vengo a un lugar, estoy enfermo,
necesito una sanación, la recibiré y me iré. Oh, que lineal. ¿Es que no lo
comprendéis?, que debéis nadar en la energía con el espíritu. ¿No comprendéis
que en lugar de esa linealidad debéis extenderos y alcanzar el rostro de Dios?
Y podrías decir, “bueno, ayúdame con esto”, haré todo lo posible, pero tienes
que desechar la idea de que Dios es como tú. Tu realidad no es Dios. Os daré un
ejemplo que ninguno de ustedes esperaba oír, “Aquí estáis sentados en este
lugar y decís, ¿dónde está Dios?”, Yo tengo la respuesta, la respuesta es NO,
no hay un lugar para Dios, y dices, “pero tiene que haber un lugar porque nos
han dicho que Dios reside en el cielo, donde hay mansiones y calles
pavimentadas con oro”, o quizás Dios vive en lo que hemos denominado el Gran
Sol Central, y ninguna de estas respuestas sería correcta.
Porque la primera respuesta es simplemente una
duplicación, una recreación de una ciudad tridimensional de ustedes y la
segunda expresión, la del Gran Sol Central, es una metáfora, no de un lugar. Es
una metáfora para la existencia de todos los átomos que han existido jamás.
Dios no está en un lugar.
Esto es lo que hace el vidente: el vidente
psíquico en el planeta irá y conectará con los muertos. Ah, esto no lo
esperabas, ¿verdad? Pero escuchad: porque el cerebro humano dice que se han
ido, porque en el tiempo lineal, la energía del alma ya ha pasado y pensamos
que esa energía del alma se ha ido a algún lugar. Por tanto el vidente o
psíquico con esa visión tridimensional va ir a ese lugar y trae la energía del
alma del fallecido. Reciben un mensaje y lo traen de vuelta, y todo el mundo
está excitado e impresionado. Pero voy a decirles lo que ocurrió realmente, no
fue a ningún lugar, porque la energía del alma está en un espacio
interdimensional en el que no hay un pasado, no hay tiempo, ¿cómo podés tener
un pasado si el tiempo no existe. Hemos dicho antes que todas las almas en este
planeta deja aquí una energía residual, y se complica aún más, ya les contaré
más tarde.
Pero pensemos por un momento en nuestra época,
nuestra vida ahora mismo, queda impresa en la rejilla cristalina del planeta
para siempre, para siempre, y tiene que ser así porque la energía del planeta
tierra es la suma, la combinación de todas las energías que están o han estado
sobre ella y cuando tu cuerpo físico se va, esto no reduce la red cristalina,
porque la energía de lo que tú eres ahora, queda impresa y permanece allí. Y lo
que no esperabas oír hoy de mí, es que cuando el vidente o psíquico sale para
ponerse en contacto con el fallecido, no hace otra cosa que hablar con esa
energía residual que está en la red cristalina. Ellos no están hablando contigo
o con alguien otro, están hablando en cambio con la energía del alma que está
impresa aquí y es muy profunda.Pero debido a que el vidente está basado en la
3D, él dice sí he ido a otro lugar ya que en el otro lado del velo no existe el
concepto del futuro y del pasado, incluso la expresión “el otro lado del velo”
es incorrecta. ¿Sabes acaso a dónde vas cuando meditas?, tocas la red (rejilla)
que está siempre aquí, viajas hacia el centro de la estructura atómica, entras
en un estado cuántico con el universo y tocas el rostro de Dios.
Esto es información avanzada porque llega a la
trama más fundamental de nuestra lógica, y hay aquellos que dicen, “Bueno, Dios
está a cargo”, todo esto significa que no entendemos en absoluto cómo funciona
el sistema. Son los que dicen que Dios está a cargo de todas las profecías, de
todo lo que ocurre en el planeta, sin entender el sistema.
El sistema es esto, Dios no está a cargo de
nada. Es el ser humano el que encuentra a Dios en si mismo y despierta esa luz
y deja que Dios brille a través de ellos. Así que es el ser humano el que abre
las puertas de Dios y cuánto más se abre la puerta, tanta más luz podrá enviar
Dios o hacer brillar Dios en este planeta.
Escuchad esto, tú estás a cargo de este
planeta y cuanto mayor sea la cantidad que abren esta puerta y entendemos este
sistema, tanto más luz habrá en este planeta.
Hay una confusión dimensional por doquier.
Pides profecías y el profeta, según él cree, va al otro lado del velo, para ver
lo que encierra el futuro del planeta y lo que ve es caos, porque las cosas
están cambiando continuamente. Allí no hay en realidad una percepción
tridimensional y sin embargo tiene que encontrarle algún sentido.
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