Se ha formulado la pregunta: ¿Qué viene ahora? Si esto es
así, esta energía en la Tierra está empezando a cambiar incluso eso que
realmente es la naturaleza humana. ¿Qué viene ahora? Si el alma vieja ha vivido
durante eones en el planeta, quiere decir que aquí hay almas viejas que tienen
que aprender a hacer algo diferente porque su experiencia en la vieja energía,
sin importar cuánta, no las preparará para la nueva energía. De modo que esto
no será automático: hay una curva de aprendizaje, incluso para las almas
viejas. Y ese es el tema de todos estos años de enseñanza: que las cosas se
están recalibrando. La esencia misma de las cosas que ven, que sienten, que
comprenden tan bien, se está recalibrando. Las relaciones, de Humano con
Humano, se está
recalibrando. Aún lo que ustedes sienten que es su
supervivencia está empezando a cambiar y ustedes se preguntan: ¿Qué puedo
hacer? ¿Qué debo tener en cuenta? ¿Qué cambió? ¿A qué debo estar atento?
En primer lugar, tienen tiempo. No importa qué les digan,
éste es un lento proceso de maduración y las enseñanzas continuarán a través de
los años y se presentarán cosas nuevas, conceptos tal vez, que nunca habían
pensado, e incluso habrá una recalibración en lo que llaman la Nueva Era. Y
algunos de ustedes se ofenderán, porque dirán: “Estoy acostumbrado a hacer esto
así. Este es mi concepto de mi sociedad con el Espíritu, este es mi concepto
del amor.” Y cuando eso empiece a alejarse de ustedes y a construirse algo
diferente ¿estarán preparados? ¿Van a acompañarlo en lugar de oponerse?
Algo de lo que casi no hemos hablado es la recalibración del
amor. La actitud del alma vieja, lo que podrías enfrentar que es diferente y
que tal vez incluso no veas correctamente. De modo que la primera pregunta que
hacemos es: ¿Hasta qué grado tolerarás el cambio? ¿Podrás cambiar tú con él,
alma vieja? ¿O te mantendrás firme y dirás: “Esto es lo que esperaba y por
tanto, es lo que haré.”? ¿Puedes despejar tu mente y decir: “No importa lo que
haya tenido que pasar, no importa lo que pienso, estoy listo para lo que no
conozco.”? ¿Y aceptarlo, en lugar de criticarlo o rechazarlo, tragando saliva, como
dicen, y pasar a eso para ver qué se siente?
Porque se les va a pedir eso, queridos Seres Humanos,
especialmente a quienes se sientan en el salón, a quienes escuchan un mensaje
como éste en sus vidas en este momento. Porque ustedes son los que harán la
diferencia y plantarán las semillas. Si siguen el mismo rumbo en el que han
estado, puede que no les sirva. Y estoy aludiendo a muchos aspectos, pero
especialmente a la actitud. ¿Cómo ven el futuro? ¿Han prejuzgado lo que podría
ser? ¿Tienen miedo de lo que podría ser? ¿O lo ven como lo vemos nosotros?
La Tierra había estado oscura durante mucho tiempo y las
almas viejas empezaron a encender fósforos, una a una. Como dijimos antes, ese
fósforo no es información, no es doctrina; es compasión. Por consiguiente, el
fósforo es la luz de la compasión para la Tierra, empezando de a uno por vez
para los que los rodean y que tal vez no sean de su agrado, Ustedes señalan el
camino.
He aquí el tema que realmente queremos tratar: Durante 22
años, mi socio les describió nuestra relación, y ella empieza a recalibrarse.
Hemos dicho estas palabras una y otra vez: Ustedes no están solos. ¡No están
solos! ¡No están solos! Y para la mayoría de los Seres Humanos esto es
insustancial. Se sientan dentro de un armario, a solas, repitiéndolo una y otra
vez para creerlo, esperando sentir algo desde el otro lado del velo en momentos
de tristeza y duelo y depresión e ira, y les resulta elusivo porque el velo ha
estado espeso con una vieja energía, la vieja energía del padre, de la
disciplina. Y eso está cambiando.
El maestro Jorge hizo un anuncio. La maestra Peggy lo
mejoró. ¿Qué harían los padres si perdieran a sus hijos? Ellos creen que saben
dónde están, pero no se dan por vencidos. No se rinden. La madre no se da por
vencida porque ella está apegada, es la porción biológica, sus células son las
células de sus hijos incluso mucho más que las paternas. Ella gestó a los
niños, los amó aún antes de que tomasen su primer aliento y nunca los dejará
ir. Y aunque haya un velo que la separe de sus hijos, ella está en la
oscuridad, ellos no pueden hablarle, ella no puede hablarles. Pero si el velo
se levantase aunque fuese levemente y ella pudiese oír sus gritos, ¿dónde creen
que estaría la madre? Estaría de rodillas, escuchando en la grieta del velo,
dándoles aliento, diciéndoles que está en camino.
Y éste es el mensaje del día. Es difícil de describir, está
fuera de la 3D, pero les dice que no los vamos a dejar ir. Esto es el comienzo
de lo que habíamos esperado, alma vieja, de lo que tú habías esperado, y no
tienes que hacerlo sola. Hay un complemento adicional de la energía del amor
que está empezando a infundirse básicamente en Gaia, de una forma que vas a
sentir y la forma de saber que está allí es que estarás absolutamente seguro de
que estamos a tu lado. Hay una diferencia, ¡una gran diferencia!
Los desafío a empezar a practicar esto, sabiendo que estamos
allí, parados a su lado cuando están en problemas, cuando no saben qué decir,
cuando no saben para dónde ir, ayudándolos a desarrollar la compasión, cuando
antes sentían ira o resistencia, o drama. Y van a empezar a sentir que se
atemperan sus reacciones ante cosas que antes los hacían enojar, situaciones que
a menudo les causaban ansiedad. Serán neutrales.
Vayan, métanse en el armario, cierren la puerta. Pero por
primera vez, no podrán apagar la luz, porque la luz permanece con ustedes. Y
somos nosotros; es la madre, de rodillas, gritando a través de la grieta del
velo que se ha levantado, que dice: “¡Estamos aquí ahora! ¡No te des por
vencido! ¡Sigue! Te estamos viendo. Estamos presionando.” Y eso tendría que ser
una buena noticia.
Esto es una recalibración de todo lo que ustedes habían
esperado que sucediese. Una recalibración de lo que habían sido ustedes. No
prejuzguen. No decidan qué significa. Muévanse en la dirección en que esperan
que aquello que esa bueno y benevolente esté allí para ustedes. Y cuando eso
suceda, sonrían y digan: “Sabía que sería así.” Y eso es diferente. Es
diferente.
¿Qué pueden hacer? Tolerancia. Esperar lo inesperado y pasar
a algo que diríamos que no es tridimensional. Porque confiar en algo que no
pueden ver o planear, no es una experiencia tridimensional. Es una experiencia
en la que toman la mano del Espíritu y dicen: “Condúceme a través de esto.” Y
entonces lo hacen. Y luego lo vuelven a hacer. Porque la primera vez funcionó,
y luego lo hacen otra vez, y luego lo harán de nuevo. Esa práctica los llevará
a donde se convertirá en su estilo de vida, confiando en aquello que no pueden
ver para la supervivencia misma.
Tienes tiempo, querido, tienes tiempo. No te apures y hagas
cosas a causa de esta reunión que no harías de ordinario; sé cauteloso y
permite que algunas de estas cosas se asienten. Mira tu propia vida y verás qué
está faltando. Ya lo sabes. Luego puedes actuar lentamente. Prueba las aguas,
si lo deseas. Y te lo decimos con todo amor, porque sabemos cómo son las aguas;
son diferentes, ya lo verás. (Kryon se ríe)
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