Esto es un cambio en la consciencia, incluso
en la percepción, tal vez incluso en el permiso. Un permiso para poder ir más
allá de lo que les enseñaron. Un permiso que probaría lo que les está pasando
al romper la barrera de su incredulidad. Y esto es lo que les estamos pidiendo
ahora, tan eclécticos como puedan ser, cantando los tonos unos frente a otros
en las formas que les han enseñado, sin comprender realmente lo que producen,
pero sintiendo lo que producen. Incluso ese eclecticismo no se compara con el
objetivo.
Quiero que aprecien mejor quiénes son ustedes.
Cierren los ojos e imaginen que el sol se ha ocultado. Tal vez esta noche
puedan salir de las instalaciones y alejarse de las luces, y mirar al cielo.
Los dejará sin respiración. Se enciende y se pueden ver incluso las galaxias
vecinas. El número de estrellas en su Vía Láctea es tan grande que sólo podrían
ver una fracción, y sin embargo igual los dejaría sin respiración. Esto es el cielorraso
(se ríe) del hogar de quienes son puros. Es lo que ellos tienen cada noche.
Como verán, ellos han buscado su propio linaje, diría, y saben quiénes son.
Pero creo que ustedes no lo saben.
Esta noche me gustaría que miren las estrellas
aunque sea un rato. En voz baja podrían incluso preguntar: ¿Quién soy yo? Y es
más grande que lo que saben. Lo primero que les pregunto es: ¿Sería posible que
dentro de la miríada de decenas de miles de estrellas que ven, alguna de ellas
tenga un sistema solar como el de ustedes? Y la respuesta es: Por supuesto.
Entonces les pregunto: entre los que pueden
ver a simple vista, ¿creen que alguno de esos sistemas solares podría tener un
lugar propicio para un planeta como el suyo? Apropiado. Con criaturas como
ustedes. Con ADN como ustedes. Que podrían mirar hacia aquí y preguntarse sobre
el alcance de esta "vía láctea" y preguntarse sobre ustedes. ¿Será
posible que, mientras están mirando los cielos, lo que están viendo no son
estrellas sino que están viendo la consciencia presente en toda la galaxia? ¡Y
yo les digo que sí! Más aún: quiero que le preguntes al Espíritu, esta noche,
al mirar en silencio las estrellas, y ver si te llega la respuesta.
"¡Sabemos quién eres; todos lo saben! (se ríe) Y eso es algo de que no
estás consciente. En lugares muy, muy remotos, las consciencias de otros que se
han enterado de un lugar mágico donde otras criaturas como ellos, que tienen
ADN como ellos, pueden hacer algo que ellos no pueden: evolución espiritual.
Ellos pueden cambiar, incluso cambiar de forma eventualmente, pero nada más que
la consciencia al absorber el amor de Dios. Cuando cambian la estructura misma
de sus sociedades y se vuelven benévolos, a medida que empiezan a amarse unos a
otros en formas que ustedes aún no han visto, una sociedad a otra. Ustedes no
saben que esto es un don y que otros no lo tienen, y que tal vez es sólo un
cuento de hadas para una miríada de civilizaciones que tienen la historia de
ustedes en sus tradiciones. En su mitología hay una estrella en el cielo que
marcará una diferencia en la galaxia. Y ustedes miran al cielo y se preguntan
si están solos (se ríe).
Aquí hay más que lo que ustedes creen. Esto
grita con el amor de Dios y la belleza y el poder del ser humano. Esta es una
transformación que ya les dijimos que está aquí. Todavía con libre albedrío;
pueden hacerla progresar tan rápido o tan lentamente como deseen, pero este es
el lugar para mirar hacia arriba y preguntar: ¿Quién soy? Y este es el lugar
para que reciban una respuesta, y esa respuesta será: ¡Magnífico!
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