miércoles, 23 de enero de 2019

Kryon-Despidiendo un problema físico ó emocional


“Oh, mi querida amiga… ¡Cuánto tiempo me has acompañado, ¿verdad? Te quiero agradecer de corazón todo lo que he aprendido, gracias a ti y gracias a aquel contrato que yo acepté cumplir con tu presencia.”“Tu amada y querida presencia ha hecho posible que yo aprendiera muchas de las cosas que coloqué en mi lista de tareas prioritarias para cumplir durante esta misión de vida. En verdad aprecio mucho todo lo que he aprendido de ti. Te lo agradezco de corazón y estoy tan, pero tan agradecido, mi querida amiga, que deseo liberarte de este compromiso. Deseo que simplemente entendamos que ambos hemos cumplido y que ya no nos necesitamos mutuamente.”“Es momento de verte partir, querida amiga. Te dejo partir, te libero con todo mi agradecimiento y con todo mi amor, porque sé que has hecho por mí lo que nadie haría. Me has enseñado tanto… que ahora yo - en agradecimiento a tus enseñanzas y después de verte partir - empezaré a enseñar a otros, todo aquello que tú me has enseñado a través de tu contacto íntimo con mi Ser. Me has enseñado tanto, que me he convertido en un verdadero maestro sobre este tema que ahora conozco muy bien. Por tanto, yo te dejo partir, mi querida amiga.”
“A ti, mi querido Yo Superior, y a todos ustedes, queridos aspectos multidimensionales de mi ser, les participo que en este momento renuncio absolutamente a ese pequeño contrato, a esa pequeña cláusula, a esa pequeña restricción que coloqué cuando decidí estar aquí. Ya no la necesito, porque hay otras cosas nuevas que quiero aprender. Ahora estoy dispuesto a aprender más cosas de las cuales concientemente me he estado privando justamente por tener que aprender aquella famosa lección que ya no necesito más. Por lo tanto, querido Ser Superior, yo acepto diluir, eliminar, borrar, cancelar y transmutar este implante restrictivo que había aceptado tomar y simplemente está dicho y está hecho.”
¿Por qué “está dicho y hecho”? Porque ya tú lo dijiste y con tus propias palabras, lo se lo afirmaste a tu Ser Superior. Con tus palabras, tú les hiciste participe a todos los aspectos multidimensionales que conforman tu verdadera identidad espiritual… que tú estás decidido a tener otra experiencia, que quieres otra oportunidad y que estás abierto a sacarle el máximo provecho a ésa, a aquella, a otra o a cualquier oportunidad que se te presente… porque tú decidiste estar aquí ahora, muy presente en esta vida.

martes, 22 de enero de 2019

Kryon-Somos causantes de nuestros propios milagros


Humanos causantes de sus propios milagros
Humano, eres tú quien decide el estado de salud de tu cuerpo. Tú lo decides. Tú tienes el poder de realizar tu propio milagro. Nadie puede hacer un milagro por ti… si tú no das el permiso para que éste se realice. Por lo tanto, ¿qué necesidad tienes de darle permiso a otro a que haga el milagro por ti, cuando en realidad eres tú quien le da permiso a él para que él te diga a ti: “haz el milagro”? Parece un trabalenguas, pero así es.
Por lo tanto, olvídate de usar intermediarios y dile a ti mismo: “Yo soy el causante de mi milagro. He decidido que estoy sano”. Por tanto, sana tu cuerpo, sana tu alma y sana tu proceso emocional, negociando con tu Ser Superior para que los procesos que necesitas sanar, se presenten, se definan, se ventilen y terminen de sanarse. Oh, mi querido humano, durante el proceso de sanar no existen conceptos tan extremos como “ganar o perder” la batalla… porque la palabras “ganar y   realidad y alrededor de esos extremos hay una gran cantidad de matices. Nunca hay ganancia ni pérdida. Simplemente hay un gran aprendizaje.

viernes, 18 de enero de 2019

Kryon-El laberinto de la evolución humana


Es como si entrases en un laberinto. Un laberinto es una estructura horizontal en la que hay un punto de entrada y de salida: la salida la encontrarás trabajosamente, dando vueltas y más vueltas, avanzando y girando en ese laberinto.Pero en lo que respecta a tu evolución, hay que añadir una cosa: debes considerar un laberinto – en una casa, aunque de siete plantas, donde en cada planta hay un laberinto. Tú entras en la primera planta, te dejas ir, te relajas y encuentras la primera salida, siguiendo tu corazón, tu intuición. Tú fluyes con este proceso en movimiento que eres y cuando encuentras la primera salida, en lugar de salir horizontalmente, sales verticalmente y entras en el segundo laberinto. Aquí también das vueltas, enfrentas problemáticas diversas, diferentes cosas y luego, cuando resuelves este pasaje, llegas a la tercera planta. Así, subes siempre más arriba. La clave para seguir subiendo más alto es la alegría por tu existencia, tu presencia en la existencia, el balance de tu vida física con tu vida espiritual, intentar involucrarte menos con los asuntos de la vida a nivel físico y considerarlos como algo que te sucede para obtener una enseñanza espiritual. 
Viviéndolos como enseñanzas espirituales, y subiendo una planta por vez, descubres quién eres en realidad, cuál es tu misión sobre esta Tierra y cómo influirá esto –además de en ti mismo– en los demás y en toda la existencia. Tu proceso en movimiento es un proceso de influye en toda la existencia. Mediante tu proceder, tienes una relación de interdependencia con la existencia. Esta es la clave pero, repito, esta clave se vive cotidianamente, empezando por examinar un nivel, quizás las emociones, empezando a poner en movimiento ese coche en el que estás sentado y con la llave puesta, todavía quieto, esperando que se ponga en marcha el motor. En el momento en que uses la emoción como un medio para evolucionar –así como puedes usar los pensamientos, tu cuerpo, tus sentidos– giras la llave, el motor se enciende y tu partes, aprendiendo a usar y a volver activo lo que hasta ahora era considerado pasivo, justamente, como las emociones, los pensamientos, los sentimientos, los sentidos, el cuerpo.
Has nacido de un acto de amor, vienes de la luz y te encuentras en un cuerpo.

jueves, 10 de enero de 2019

La Guerra y La paz. L. de U:


La guerra y La Paz.

La guerra es el estado y patrimonio natural del hombre evolutivo;La paz es el metro social que mide el progreso de una Civilización.
La Violencia es la Ley de la naturaleza;la hostilidad es la reacción automática de los hijos de la naturaleza.
La Guerra es una reacción bestial ante malentendidos e irritaciones;La paz resulta de la solución civilizada de todo problema y dificultad.
 La guerra perdura porque el hombre es humano, evolucionó de un animal, y todos los animales son belicosos.

Las primitivas causas de guerra:
 El hambre — que llevó a saqueos de alimentos. La escasez de tierras siempre provocó guerras, y durante estas luchas, las tribus pacíficas primitivas fueron prácticamente exterminadas.
. La escasez de mujeres — un esfuerzo para aliviar la escasez de ayuda doméstica. El rapto de mujeres siempre ha sido motivo de guerra.
 La vanidad — el deseo de exhibir valentía tribal. Los grupos superiores peleaban para imponer su modo de vida a los pueblos inferiores.
 Los esclavos — la necesidad de reclutas para los sectores laborales.
 La venganza era motivo de guerra si una tribu creía que otra tribu vecina había ocasionado la muerte de uno de los suyos. Se seguía guardando luto hasta tanto se trajera una cabeza de vuelta. La guerra de venganza fue aceptable hasta tiempos relativamente recientes.
 El esparcimiento — los jóvenes de estos tiempos primitivos consideraban la guerra como una forma de diversión. Si no surgía ningún pretexto válido y suficiente para guerrear, y si les agobiaba la paz, las tribus cercanas acostumbraban entablar combates semicordiales, efectuando excursiones de carácter festivo a fin de disfrutar de un simulacro de batalla.
La religión — el deseo de hacer conversos al culto. Todas las religiones primitivas sancionaban la guerra. Apenas en los tiempos recientes comenzó la religión a desaprobar la guerra. Los sacerdocios primitivos, desafortunadamente, solían estar aliados con el poder militar. Entre las grandes gestiones pacificadoras que se han logrado a través de las edades figura el esfuerzo para separar la iglesia del estado.
  Estas tribus antiguas siempre libraban guerras a instancias de sus dioses o por orden de sus caciques o curanderos. Los hebreos creían en un «Dios de las batallas»; y la narración de la invasión de los madianitas es un relato típico de la atroz crueldad de las guerras tribales antiguas; dicho asalto, en el cual se hizo una matanza de todos los varones y, posteriormente, de todos los niños varones y mujeres que no eran vírgenes, no habría sido desmerecedor de las costumbres de un cacique tribal de doscientos mil años antes. Y todo lo referido se ejecutaba en el «nombre del Señor Dios de Israel».
 Tomado del Libro de Urantia