Humanos causantes de sus
propios milagros
Humano, eres tú quien
decide el estado de salud de tu cuerpo. Tú lo decides. Tú tienes el poder de
realizar tu propio milagro. Nadie puede hacer un milagro por ti… si tú no das
el permiso para que éste se realice. Por lo tanto, ¿qué necesidad tienes de
darle permiso a otro a que haga el milagro por ti, cuando en realidad eres tú
quien le da permiso a él para que él te diga a ti: “haz el milagro”? Parece un
trabalenguas, pero así es.
Por lo tanto, olvídate de
usar intermediarios y dile a ti mismo: “Yo soy el causante de mi milagro. He
decidido que estoy sano”. Por tanto, sana tu cuerpo, sana tu alma y sana tu
proceso emocional, negociando con tu Ser Superior para que los procesos que
necesitas sanar, se presenten, se definan, se ventilen y terminen de sanarse.
Oh, mi querido humano, durante el proceso de sanar no existen conceptos tan
extremos como “ganar o perder” la batalla… porque la palabras “ganar y realidad y alrededor de esos extremos hay una
gran cantidad de matices. Nunca hay ganancia ni pérdida. Simplemente hay un
gran aprendizaje.
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