En el dominio del pensamiento espiritual y de
las actividades humanas domina la convicción de que ya están gastados los
viejos moldes,y que es necesario un nuevo punto de partida si no queremos que
se paralice el progreso espiritual.De la misma manera observamos un callejón
sin salida por la decadencia espiritual,un punto muerto,en el campo de las
artes,y los antiguos ideales y los verdaderos valores morales se van
extinguiendo,al paso de que surgen nuevas seudo-modalidades y seudo-conceptos
de la belleza que prometen satisfacer las siempre crecientes aspiraciones y
necesidades del ser humano.
Lo peor está ocurriendo en el campo del
desarrollo espiritual,cuyos antiguos procedimientos están inutilizados y se
nota la necesidad de un nuevo punto de partida para no interrumpir el
progreso,el fin y el objeto de todas las actividades humanas.
Donde hay algo que termina,también hay algo
que comienza,pues la humanidad todavía no ha llegado a su apogeo ni ha cumplido
todavía su vasta evolución.Cuando algo se marchita es porque otro algo está a
punto de brotar,y si unas cosas desaparecen es porque con toda seguridad,cosas
nuevas van a aparecer.
De allí la necesidad de un cambio en el sentir
espiritual,a pesar de que muchas organizaciones religiosas han dado los
primeros pasos para que los individuos logren un verdadero desarrollo
espiritual.Pero no es suficiente.Hace falta una una verdadera corriente,un
verdadero Instructor, un guía no político ni militar,que invite a todos quienes
deseamos un verdadero logro espiritual,que nos estimule,nos guíe hacia la
consecución de una plena espiritualidad
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