miércoles, 25 de enero de 2017

Algo de lo prometido debe venir en el futuro

Estudiando la historia podemos vislumbrar que algo de lo prometido vendrá en el futuro; si nos damos cuenta de todos los cambios que están sucediendo en éste convulsionado mundo y de las señales que entrañan las transformaciones físicas que se están presentando en nuestro planeta;si observamos en el momento actual el cambio de buena parte de la humanidad hacia un nuevo orden espiritual;si llegamos  a convencernos de que los graves problemas de nuestro mundo no pueden resolverse por los procedimientos que tenemos a nuestro alcance;si advertimos la creciente expectativa de cambio,debemos asumir que algún suceso muy importante,de una dimensión considerable está por ocurrir que levante nuestras esperanzas y nos proporcione la certidumbre de que estamos en vísperas de profundos cambios bajo la dirección de un Ser o varios Seres que será ó serán nuestra verdadera guía espiritual.
En la medida que esta idea se vaya afirmando en nuestros mentes y en nuestros corazones,la vida se nos mostrará llena de esperanza y será rebozante de expectativa; entonces comprenderemos que nosotros en nuestro mundo a pesar de todos los errores cometidos no estamos olvidados de la mano de Dios,y que las actuales turbulencias que nos desgarran a diario,no son sino los dolores de un nuevo alumbramiento de una nueva civilización.Y así como la madre olvida rápidamente los dolores del parto por la felicidad del nacimiento de su hijo largamente deseado,así también olvidaremos todas las tribulaciones de nuestra época por amenazadoras y terribles que hayan sido,y con seguridad veremos nuestra esperanza cumplida y nuestros deseos convertidos en un inmenso gozo espiritual de ver realizadas todas nuestras aspiraciones.

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