miércoles, 24 de abril de 2013
La vida onírica y el Ajustador Divino
Es extremadamente peligroso postular el contenido Ajustador de la vida onírica. Los Ajustadores sí trabajan durante el sueño, pero nuestras experiencias ordinarias de sueños son fenómenos puramente fisiológicos y psicológicos. Del mismo modo, es arriesgado intentar la diferenciación del registro del Ajustador de la recepción más o menos continua y consciente de los dictados de la conciencia mortal. Éstos son problemas que deberán solucionarse mediante la discriminación individual y la decisión personal. Pero un ser humano haría mejor en errar rechazando la expresión de un Ajustador creyéndola una experiencia puramente humana que en equivocarse al exaltar una reacción de la mente mortal a la esfera de dignidad divina. Recordemos que la influencia del Ajustador del Pensamiento es en su mayor parte, aunque no totalmente, una experiencia superconsciente.
Nosotros nos comunicamos con nuestro Ajustador en grados variables y cada vez más a medida que ascendemos los círculos psíquicos, a veces directamente, pero con más frecuencia indirectamente. Pero es peligroso jugar con la idea de que cada nuevo concepto que se origina en la mente humana sea el dictado del Ajustador. Más frecuentemente, en nosotros, aquello que aceptamos como la voz del Ajustador es en realidad la emanación de vuestro propio intelecto. Éste es terreno peligroso, y cada ser humano debe solucionar estos problemas por sí mismo de acuerdo con su sabiduría humana natural y su discernimiento superhumano.
El Libro de Urantia (1208.4) 110:5.5
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