Te entendemos
perfectamente, humano. Sabemos de tu angustia, de tu necesidad perentoria de
conciliar tu vida mundana con tu búsqueda espiritual… Ahora, la pregunta que yo
te haría es ésta: ¿estás realmente seguro de que no estás conciliando tu
espiritualidad con tu día a día? ¿Así lo crees? ¿Por qué no te revisas un
poquito? ¿Por qué no revisamos un poco qué es lo que haces en tu día a día?
Quizás nos llevemos unas sorpresas. Quizás no estés percibiendo claramente qué
es lo que está pasando…Permíteme explicarte… Cada ser humano se diferencia de
otro por la manera de hacer las cosas. Cada uno de ustedes encarnó
momentáneamente en la humanidad, dejando atrás la divinidad de su Ser
Angelical, para ejercitar, practicar, transformar y transmutar su propia
habilidad o para descubrir una nueva habilidad en su manera de ser. Querido, en
la manera de conducirte como ser humano se encuentra esa habilidad, esa fórmula
única y tan especial que te hace ser perfecto, original y diferente a todos los
demás seres humanos.
Tu verdadera habilidad y potencial maestro para manifestar
abundancia y prosperidad material en tu vida - aquella que tanto ansías mejorar
para volverte un experto - no la posees solamente para esa finalidad, sino
también para que valerte de ella y ejercitar tu espiritualidad, procurando
conciliar ambas tendencias (la habilidad profesional y la espiritualidad)
simultáneamente.
Ésa, mi
querido humano, es “la Alquimia del Ser” que se supone que ustedes sean capaces
de lograr en su expresión de vida. El ser humano que descubre que él es un ser
muy especial que ha venido a vivir su humanidad con sus propias herramientas
físicas, también sabe quién es él evolutivamente y por consiguiente, él sabe
que debe contar con lo que tiene y con lo que es. Ese ser humano entiende que
la búsqueda de la espiritualidad tiene que realizarla a través del ejercicio de
su vehículo físico. Por tanto, no miren su camino como si estuviera bifurcado y
necesiten tener dos vehículos diferentes para recorrerlo simultáneamente.
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