Quizás el
mejor ejemplo de sinergia lo encontremos en la teoría desarrollada por el
químico James Lovelock, la hipótesis Gaia. Según esta hipótesis, todas las
especies de la tierra están coevolutivamente coordinadas de tal modo que
nuestro planeta es una estructura globalmente considerada, como si fuese un
gigantesca célula única, un organismo vivo. La idea básica es que la vida crea
las condiciones para su propia existencia. No es algo que haya surgido por azar
de la “sopa orgánica” que postulan los científicos para los primeros tiempos de
la tierra, sino algo que existía desde el comienzo y que, poco a poco, en
inmensas escalas de tiempo, ha ido generando las especies y las condiciones
para que todos los seres vivos puedan evolucionar conjuntamente, como si todos
formasen parte de un organismo común. Naturalmente, esto implica una escala
cósmica en la evolución de la Naturaleza. Precisamente la interrelación y la
autosimilitud entre lo pequeño y lo grande es una de las principales ideas que
dominan tanto en la sinergia como en los fractales.
¿Cómo llegó
Lovelock a postular la existencia de Gaia? En los años 70 Lovelock recibió el
encargo de la NASA de que idease un modo de detectar vida en Marte. Lovelock
inmediatamente se puso a trabajar sobre como se podría detectar desde el
espacio exterior si había vida en la tierra. Lo primero que le llamó la
atención fue la composición de la atmósfera terrestre, ya que ésta no se hallaba
en equilibrio químico, sino que para poder mantener esa composición debería
existir un factor externo que desequilibrase el sistema y lo alejase del
equilibrio, manteniéndolo en su composición actual. Ese factor desequilibrante
era la Vida. Por contraparte, la atmósfera marciana se halla en equilibrio
químico, no existe ningún impulso que lo aleje del equilibrio, con lo cual
dedujo acertadamente que la existencia de vida en Marte era imposible, por lo
menos a escala planetaria.
Lovelock
fue colaborador de la microbióloga Lynn Margulis, y para esta bióloga la idea
básica es la de cooperación en lugar de competencia, las especies cooperan
entre sí para lograr evolucionar, en lugar de competir entre sí y eliminarse en
la lucha por la vida. Margulis lleva la idea de cooperación, de sinergia, un
poco más allá. Para ella el individuo aislado de su entorno es una abstracción,
una mera categoría mental que hemos inventado nosotros. Y precisamente la
tendencia de la naturaleza es precisamente a evolucionar trascendiendo todas
las categorías. Margulis señala que para poder superar la crisis ambiental,
ecológica y social que nos amenaza hemos de descubrir formas de cooperación y
de acoplamiento social totalmente nuevas. De nuevo se busca una unidad global
que antes sólo aparecía en las religiones orientales. Es la idea básica de la
sinergia la que aparece de nuevo.
Javier Ruiz
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