lunes, 29 de julio de 2013

La migración de la raza azul

Los hombres azules, juntamente con algunos otros grupos raciales pequeños, emigraron hacia el oeste por las antiguas sendas de las tribus de Andón. Invadieron a Europa, ocupando la mayor parte del continente.En Europa no tardaron en tropezar con los descendientes neandertales de su antepasado primitivo común, Andón. Estos neandertales europeos más antiguos habían sido impulsados hacia el sur y el este por el glaciar y por lo tanto estaban situados como para rápidamente encontrar y absorber a sus primos invasores de las tribus sangik.En general y desde el principio, las tribus sangik eran más inteligentes que los descendientes decadentes andónicos, y, en muchos aspectos, muy superiores a ellos; y el mestizaje de estas tribus sangik con los pueblos neandertales resultó en una mejora inmediata de la más antigua de las dos razas. Esta infusión de sangre sangik, máxime la del hombre azul, produjo aquella marcada mejora en los pueblos neandertales.Durante el siguiente período interglacial esta nueva raza neandertal se expandió desde Inglaterra hasta la India. El resto de la cepa azul que había quedado en la antigua península pérsica se amalgamó más adelante con ciertas otras, principalmente la amarilla; y la mezcla resultante, que posteriormente fue algo mejorada por el influjo de la raza violeta de Adán, ha perdurado como las tribus nómadas morenas de los árabes modernos.Todo esfuerzo por identificar la descendencia sangik en los pueblos modernos ha de tener presente la mejora subsiguiente de las variedades raciales, resultado del influjo de la sangre adánica.Las razas azul y amarilla buscaron los climas septentrionales o templados, en tanto que las razas anaranjada, verde e índiga tendieron a dirigirse hacia la África por el puente terrestre recién aparecido que separaba el Mediterráneo, en pleno retroceso hacia el oeste, del Océano Índico. Tomado del Libro de Urantia

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