La palabra Dios, la idea de Dios en
contraposición con el ideal de Dios, puede volverse parte de cualquier religión
aunque sea una religión altamente pueril o falsa. Y esta idea de Dios puede
llegar a ser cualquier cosa que los que la albergan tal vez elijan hacerla. Las
religiones más bajas forjan sus ideas de Dios para coincidir con el estado
natural del corazón humano; las religiones más altas exigen que el corazón
humano cambie para satisfacer las demandas de los ideales de la verdadera
religión.
La religión de Jesús trasciende todos nuestros conceptos anteriores de
la idea de adoración, en cuanto no solamente describe a su Padre como el ideal
de la realidad infinita, sino que declara positivamente que esta fuente divina
de valores y el centro eterno del universo es verdadera y personalmente
obtenible por cada criatura mortal que elija entrar al reino del cielo en la
tierra, reconociendo así la aceptación de la filiación a Dios y de la hermandad
con el hombre. Eso, en mi opinión, es el más elevado concepto de religión que
el mundo haya conocido jamás, y declaro que no puede haber nunca un concepto
más alto, puesto que este evangelio abraza la infinidad de las realidades, la
divinidad de los valores y la eternidad de los alcances universales.
Dicho
concepto constituye la realización de la experiencia del idealismo de lo
supremo y lo último.No sólo me intrigan los ideales cabales de esta religión de
vuestro Maestro, sino que estoy poderosamente impulsado a profesar mi creencia
en su anuncio de que estos ideales de las realidades espirituales son
alcanzables; que vosotros y yo podemos embarcarnos en esta larga y eterna
aventura con su garantía de la certidumbre de nuestra llegada final a las
puertas del Paraíso.
Rodán:Tomado del Libro de Urantia
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