jueves, 1 de agosto de 2013

El fin de las migraciones de las razas de color 2a.Parte

Hace un poco más de ochenta mil años, poco después de llegar el hombre rojo al noroeste de Norteamérica, la congelación de la superficie de los mares del norte y el avance de las capas locales de hielo en Groenlandia obligaron a estos descendientes esquimales de los aborígenes de nuestro mundo a buscar una tierra mejor, un nuevo lugar de residencia; lo lograron, cruzando a salvo los estrechos angostos que separaban en este momento Groenlandia de las masas terrestres del nordeste de Norteamérica. Alcanzaron el continente alrededor de dos mil cien años después de llegar el hombre rojo a Alaska. Posteriormente, una parte de la descendencia mestiza del hombre azul se desplazó hacia el oeste y se amalgamó con los esquimales más recientes y esta unión resultó ligeramente beneficiosa para las tribus esquimales.Hace unos cinco mil años ocurrió un encuentro fortuito entre una tribu india y un grupo esquimal solitario en las márgenes del sudeste de la Bahía del Hudson. Estas dos tribus tuvieron dificultades en comunicarse entre sí, pero muy pronto hicieron parejas, dando como resultado la absorción ulterior de estos esquimales por los más numerosos hombres rojos. Lo anterior representa el único contacto del hombre rojo norteamericano con otras cepas humanas hasta cuando el hombre blanco acertó en desembarcar en la costa atlántica.Las luchas de estas primeras edades se caracterizaron por la valentía, el denuedo y hasta el heroísmo. Todos lamentamos que muchos de esos rasgos vigorosos y excelentes de antepasados primitivos hayan dejado tan poco efecto en las razas más recientes.

Tomado del Libro de Urantia

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