lunes, 26 de agosto de 2013

La mezcla de las razas en el 3000 A.C.

 Éstos eran los tiempos de la nueva era de piedra que se sobreponían a la era de bronce incipiente. Era en Escandinavia la era de bronce asociada con la adoración de la madre. En el sur de Francia y en España era la nueva era de piedra asociada con la adoración del sol. Éste era el tiempo de la construcción de templos circulares y sin techo dedicados al sol. Las razas blancas europeas eran constructores enérgicos, que disfrutaban en colocar grandes piedras como homenajes al sol, así como lo hicieron más adelante sus descendientes posteriores en Stonehenge. La moda de la adoración del sol indica que éste fue un gran período para la agricultura en el sur de Europa.Las supersticiones de esta era comparativamente reciente de adoración del sol aún persisten hoy en día en el folclore de Bretaña. Aunque han sido cristianizados durante más de mil quinientos años, estos bretones aún retienen amuletos de la nueva era de piedra para protegerse del mal de ojo. Aún mantienen piedras de trueno en la chimenea como protección contra el relámpago.Los bretones no se mezclaron nunca con los nórdicos de Escandinavia. Son los sobrevivientes de los habitantes andonitas originales de Europa occidental, mezclados con la cepa mediterránea.Pero es un error pretender clasificar a los pueblos blancos como nórdico, alpino y mediterráneo. Ha habido en general demasiada mezcla como para permitir tal agrupación. En cierta época existía una división relativamente bien definida de la raza blanca en tales grupos, pero la mezcla que ha ocurrido desde entonces, hace que ya no sea posible identificar estas distinciones con claridad alguna. Aun en el año 3000 a. de J.C. los antiguos grupos sociales no pertenecían a una sola raza más que los hombres rojos situados en Norte América.                    
Tomado del Libro de Urantia

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