martes, 29 de octubre de 2013
El estallido de la rebelión en nuestro mundo
Después de la inspección de Satanás, cuando la administración planetaria estaba en vísperas de realizar algo grande en nuestro mundo,un día Caligastia sostuvo una prolongada conferencia con su asociado Daligastia, después de la cual este último convocó a los diez consejeros a una sesión extraordinaria. Esta asamblea se inauguró declarando que el Príncipe Caligastia estaba a punto de proclamarse soberano absoluto de este mundo y que exigía que todos los grupos administrativos abdicasen, cediendo todas sus funciones y competencias a Daligastia en su calidad de fideicomisario, hasta tanto que se reorganizara el gobierno planetario y, posteriormente se redistribuyeran estos cargos de autoridad administrativa.La presentación de esta sorprendente exigencia fue seguida por el discurso magistral de Van, presidente del consejo supremo de coordinación. Este ilustre administrador y capaz jurista tildó el proceder propuesto por Caligastia de acto que rayaba en la rebelión planetaria y exhortó a los presentes a abstenerse de toda participación hasta tanto se pudiera presentar un recurso de apelación ante Lucifer, el Soberano del Sistema; y se granjeó el apoyo de todo el séquito.Se interpuso apelación en Jerusem y llegaron sin tardanza las órdenes de Lucifer que designaban a Caligastia como soberano supremo y que exigían absoluta e incondicional lealtad a sus mandatos. A esta sorprendente comunicación el noble Van contestó con su memorable alocución que duró siete horas, en que acusó oficialmente a Daligastia, Caligastia y Lucifer de desacato a la soberanía del universo de Nebadon; y apeló a los Altísimos de Edentia para su apoyo y confirmación.Entretanto, se habían cortado los circuitos del sistema;nuestro mundo quedó aislado. Todos los grupos de vida celestial en el planeta, de repente y sin aviso, se hallaron aislados, totalmente incomunicados de asesoría y consejos exteriores.
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