No anticipamos la eliminación de las presentes restricciones de Satania hasta tanto los Ancianos de los Días no hagan su disposición final de los archirrebeldes. Los circuitos del sistema no serán restablecidos siempre y cuando viva Lucifer. Mientras tanto, está totalmente inactivo.
La rebelión ha terminado en Jerusem. Termina en los mundos caídos en cuanto llegan los Hijos Divinos. Creemos que todos los rebeldes que en algún momento pudieran aceptar la misericordia ya lo han hecho. Aguardamos la emisión del informe de la decisión que privará a estos traidores de la existencia de la personalidad. Anticipamos que el veredicto de Uversa será pronunciado mediante la transmisión ejecutiva que efectuará la aniquilación de estos rebeldes internados. Después de ello, buscaréis sus lugares, pero no los hallaréis. «Y los que os conozcan entre los mundos se espantarán al veros; habéis sido un terror, pero nunca jamás lo seréis nuevamente». Así pues todos estos traidores especiales «serán como si nunca hubiesen sido». Todos aguardan el decreto de Uversa. Pero durante muchas edades los siete mundos de prisión de la oscuridad espiritual en Satania han constituido una advertencia solemne para todo Nebadon, que proclama elocuente y eficazmente la gran verdad de que «el camino del transgresor es duro»; que «cada pecado encierra la semilla de su propia destrucción»; que «la paga del pecado es muerte».
Tomado del Libro de Urantia
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