martes, 15 de octubre de 2013
La naturaleza de la rebelión de Lucifer
Cuando estalló la rebelión de Satania, Miguel se aconsejó con su hermano Paradisiaco, Emanuel. Después de esta conferencia pletórica, Miguel anunció que seguiría la misma política que lo había caracterizado en levantamientos similares en el pasado, o sea, una actitud de no interferencia.En el momento de esta rebelión y de las dos que la precedieron no existía una autoridad soberana absoluta y personal en el universo de Nebadon. Miguel gobernaba por derecho divino, como vicegerente del Padre Universal, pero aún no por su propio derecho personal. No había completado su carrera de autootorgamiento; aún no se le había otorgado de «todo el poder en el cielo y en la tierra».Desde el momento en que estalló la rebelión hasta el día de su coronación como soberano gobernante de Nebadon, Miguel no interfirió jamás con las fuerzas rebeldes de Lucifer; se les permitió a éstas seguir un curso libre por casi doscientos mil años del tiempo nuestro. Cristo Miguel tiene ahora amplio poder y autoridad para tratar prontamente tales estallidos de deslealtad, pero no creemos que esta autoridad soberana le conduzca a actuar en forma diferente si se produce otro levantamiento semejante.Puesto que Miguel eligió mantenerse al margen de la rebelión de Lucifer, Gabriel convocó su séquito personal en Edentia y, por consejo de los Altísimos, eligió asumir el mando de las huestes leales de Satania. Miguel permaneció en Salvington mientras que Gabriel prosiguió a Jerusem, y estableciéndose en la esfera dedicada al Padre —el mismo Padre Universal cuya personalidad Lucifer y Satanás ponían en duda—, en la presencia de las huestes de las personalidades leales, izó la bandera de Miguel, el emblema material del gobierno Trinitario de toda la creación, los tres círculos concéntricos azules sobre un fondo blanco.El emblema de Lucifer era una bandera blanca con un círculo rojo, en el centro del cual aparecía un sólido círculo negro.L.U.
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