jueves, 9 de mayo de 2013

El Residente Divino en nuestra mente



El Ajustador Divino Residente permanece con nosotros en todo desastre y a través de toda enfermedad que no destruya totalmente la mentalidad. Pero,es cruel manchar y de alguna otra manera corromper deliberadamente el cuerpo físico, que debe servir como tabernáculo terrestre de este don maravilloso de Dios.
Todo veneno físico atrasa considerablemente los esfuerzos del Ajustador por exaltar la mente material, mientras que los venenos mentales del temor, la ira, la envidia, los celos, las sospechas y la intolerancia del mismo modo,interfieren terriblemente con el progreso espiritual del alma evolutiva.
 Hoy en día estás pasando por un período de galanteo con tu Ajustador; y si demuestras ser fiel a la confianza puesta en ti por el espíritu divino que busca a tu mente y a tu alma en la unión eterna, eventualmente se producirá esa unidad morontial, esa armonía excelsa, esa coordinación cósmica, esa sincronización divina, esa fusión celestial, esa mezcla de identidad sin fin, esa unidad de ser que es tan perfecta y final que aun las personalidades más expertas jamás pueden segregar o reconocer como identidades separadas a los socios de la fusión: el ser mortal y el Ajustador divino.

Tomado del Libro de Urantia

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