viernes, 10 de mayo de 2013

Las realidades esenciales de importancia duradera


Observamos que muchos de nosotros pasamos tanto tiempo y pensamiento en las meras trivialidades del vivir, mientras que olvidamos casi totalmente las realidades más esenciales de importancia duradera, aquellos mismos logros que se refieren al desarrollo de un acuerdo más armonioso de trabajo entre nosotros y nuestro Residente Divino. La meta magna de la existencia humana consiste en sincronizarse con la divinidad del Ajustador residente; el gran logro de la vida mortal es alcanzar una consagración verdadera y comprensiva a los objetivos eternos del espíritu divino que aguarda y trabaja dentro de nuestra mente. Pero un esfuerzo dedicado y determinado a la realización del destino eterno es totalmente compatible con una vida regocijada y alegre y con una carrera de éxito y honorable en la tierra. La cooperación con el Residente Divino no comprende autotortura, piedad falsa, ni autohumillación hipócrita y ostentosa; la vida ideal es una vida de servicio amante y no una existencia de aprehensión temerosa.
La confusión, el estar perplejos, aun a veces desalentados y distraídos, no significa necesariamente resistencia a la guía del Ajustador residente. Estas actitudes a veces pueden significar falta de cooperación activa con el Monitor divino y por lo tanto pueden demorar en cierto modo el progreso espiritual, pero estas dificultades intelectuales y emocionales no interfieren en lo más mínimo con la supervivencia certera del alma que conoce a Dios. La ignorancia por sí sola no puede prevenir jamás la supervivencia; tampoco pueden las dudas confusas ni la incertidumbre temerosa. Sólo el rechazo consciente a la guía del Ajustador puede prevenir la supervivencia del alma inmortal evolutiva                                         Tomado del Libro de Urantia

No hay comentarios:

Publicar un comentario