martes, 24 de diciembre de 2013

El Cristianismo en la edad de las tinieblas en Europa

La iglesia, siendo adjunta a la sociedad y aliada de la política, estaba destinada a compartir la decadencia intelectual y espiritual de la así llamada «edad de las tinieblas» en Europa. Durante este período, la religión se volvió más y más monastizada, ascetizada y legalizada. En un sentido espiritual, el cristianismo estaba hibernando. A lo largo de este período existió,al lado de esta religión durmiente y secularizada,una corriente continua de misticismo, una fantástica experiencia espiritual que lindaba con la irrealidad y era filosóficamente semejante al panteísmo.Durante estos siglos oscuros y desesperantes, la religión se volvió virtualmente de segunda mano. El individuo se perdió casi completamente dentro de la autoridad, tradición y dictadura sobrecogedoras de la iglesia. Una nueva amenaza espiritual surgió con la creación de una pléyade de «santos» que se suponía tenían una influencia especial en las cortes divinas y que, por consiguiente, si el suplicante se les dirigía en forma eficaz, podían interceder ante los Dioses en nombre del hombre.Pero el cristianismo estaba suficientemente socializado y paganizado y no estaba preparado para sobrevivir este largo período de tiniebla moral y estancamiento espiritual.Logró perdurar a través de la larga noche de la civilización occidental y aún estaba funcionando como influencia moral en el mundo cuando hizo su aparición el renacimiento. La rehabilitación del cristianismo, tras el paso de la época del oscurantismo, resultó en la aparición de numerosas sectas de enseñanzas cristianas, cuyas creencias fueron adaptadas para ciertos tipos intelectuales, emocionales y espirituales de la personalidad humana. Y muchos de estos grupos cristianos especiales, o familias religiosas, aún perduran hoy en día.El cristianismo evidencia la historia de haberse originado de la transformación no intencionada de la religión de Jesús a una religión sobre Jesús.                 El L.U.

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