Los grandes Instructores que han llegado a éste mundo han usado siempre el mismo principio.Todos han dicho:Amaos unos a los otros";todos ha afirmado que el odio no se extingue jamás por el odio,sino por el amor.Pero aunque el señor Buda dijo esto hace 25 siglos y Jesús insistiera sobre éste mismo punto en su admirable sermón de la montaña,¿Hay nación alguna que practique éste principio?,¿Hay una sóla institución secular,religiosa o laica que practique éstos principios morales?.
Esto es precisamente lo que echamos de menos en nuestros días.Sencillamente conocemos los principios,pero no sabemos cómo aplicarlos.Nos damos perfecta cuenta de que el amor tiene que ser la base de una sociedad,pero también sabemos que no hay tal amor,que las rivalidades,el odio,la intransigencia,las porfías y las luchas son los elementos constituyentes de nuestra sociedad actual.
Por éso y por mucho más es conveniente y necesario que alguien venga a hablarnos con una autoridad desde luego prestigiosa,que influya instantáneamente en nuestros cerebros,que sus mensajes nos lleguen al fondo de nuestras almas,y nos oriente por el sendero de la Fraternidad trazado desde hace siglos y siglos con el deber de afincarlo en el seno de la familias,pero no de los Estados.Necesitamos una nueva inspiración que nos obligue a aceptar gustosos un sentido amplio de una verdadera moralidad y que nos infunda sobrada fé para vencer las dificultades que día a día se están acumulando en nuestros caminos y que nos ayude a esforzarnos en aplicar verdaderos principios morales a las conductas de las naciones y a las del individuo.
UrantiaFuturo-Twitter@UrantiaFuturo
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