martes, 4 de febrero de 2014
Un sentimiento de esperanza
Por buena parte de la humanidad se difunde un sentimiento de esperanza,y cabe la seguridad de que se está realizando en los mundos superiores un suceso que por la expectativa se manifiesta en el mundo físico.Esta expectativa,que se propaga hoy en el seno de todas las congregaciones religiosas del mundo,es literalmente una profecía del acontecimiento que ha de ocurrir;es el pensamiento que a manera de heraldo anuncia la venida de un Instructor: no es sólo un deseo sino una necesidad para el mundo,aunque únicamente puede ser aceptado por quienes creen que el mundo está guiado,auxiliado y protegido por potestades superiores al hombre,por seres de mayor nivel que el nuestro.Solo pueden creer en el advenimiento del Instructor quienes están convencidos de que el mundo está regido por un gran Arquitecto cuyos planes para el progreso de la humanidad son ejecutados por sus agentes y subordinados,etapa tras etapa.Estos agentes,ante las urgentes necesidades del mundo actual,consideran indispensable que un nuevo Maestro venga a prestarle el auxilio para prepararnos conveniente.Los problemas sociales y la falta de una verdadera espiritualidad denotan claramente cuales son las necesidades más urgentes de éste convulsionado mundo.Un porcentage muy pero muy pequeño de personas o entidades tienen un porcentage muy alto del dominio de la riqueza mundial,cuando existen pueblos muriendo en la miseria porque no tienen como satisfacer sus necesidades más básicas.Necesitamos un guía Superior que,frente a los arduos problemas actuales,sin solución para nosotros,nos indique el mejor modo de resolverlos,y para librarnos de la terrible confusión dominante en la vida terrenal,que aplique por última vez a los individuos,a la sociedad e instituciones humanas los inmutables y eternos principios básicos de la moral universal. UrantiaFuturo-Twitter @UrantiaFuturo
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