He aquí el
gran paradigma de un ser humano. Tú, humano, piensas, aspiras y deseas cosas…
más la mayoría de las veces obtienes lo contrario de aquello que deseabas
originalmente.
¿Por qué
ocurre eso? Eso ocurre por una infinidad de factores que juegan un gran papel
en el contexto de lo que hemos hablado: el entramado ínterdimensional.
Cuando
decides encaminarte hacia un determinado sentido, las conexiones empiezan a
activarse.Pero en el mismo instante en que vacilas y dudas acerca de aquello
que deseabas… inmediatamente se disipan esas conexiones y se abren otras. La
dinámica de aquello que tú pudieras esperar y luego, de aquello que tú pudieras
generar… es muy cambiante, porque esa dinámica - mi querido humano - la generas
tú con tus pensamientos, tus deseos y tus visualizaciones.¿Qué tan fuerte, qué
tan intensa es tu visualización? ¿Qué tan poderoso es tu deseo? ¿Aquello que tú
deseas… lo deseas intensamente como tú crees hacerlo? ¿O es que acaso dudas de
aquello que tú consideras como la debilidad o la pequeñez de tu ser? ¿Dudas de
tu real potencial? Es sobre este tema - mi querido - que nosotros deseamos
llamarte la atención esta noche.Ese llamado de atención que deseamos hacerte,
tiene mucho que ver con la manera como tú manifiestas tu energía emocional, con
la manera como abres tu corazón.
¿Sabes por
qué te lo decimos? Porque para ti, abrir el corazón significa develar tus
sentimientos, mostrar lo que sientes y compartirlo con otras personas…Yo te
pregunto: ¿realmente eres capaz de hacerlo… si en primer lugar no te expresas a
ti mismo o a ti misma, la belleza que posees, la inteligencia con la cual estás
dotado, el coraje que tienes para actuar, la manera como tomas tus decisiones y
la forma como emprendes tu vida todos los días?
¿Eres capaz
de celebrarte a ti mismo? ¿Eres capaz de rellenar tu corazón de gozo hacia ti
mientras te repites cuánto te amas, valoras y respetas?
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