El verdadero
discernimiento espiritual nos proporciona limpiar nuestra mente para que quede
libre de predisposiciones y prejuicios que hemos adquirido durante nuestra vida
mortal,bien sean como producto de las enseñanzas adquiridas o como producto del
medio ambiente en el cual nos hemos desarrollado.
El gran
reconocimiento de nuestra potencialidad es nuestra autovaloración.Es la verdad
más elevada y poderosa para nosotros mismos y para toda la humanidad;es la que
mejor guardada está y la que es difícil de aceptar para muchos.
Estamos en éste
mundo para pasar por las distintas pruebas de la vida humana adquiriendo
experiencia y debemos elevar nuestra conciencia para de éste modo alcanzar una
vibración del mundo mediante las lecciones y las experiencias en nuestro
propósito de mejoramiento espiritual para de éste modo poder crear una
diferencia,no sólo para nosotros mismos y para toda la humanidad,sino también
para todo el Universo.
Lo único que
nos podría detener en nuestro viaje hacia la iluminación como seres mortales,es
el sentimiento de que no somos dignos de realizar solos y de manera
personal,este viaje.Tengamos en cuenta de que somos una parte de Dios,que
estamos en éste mundo para aprender experiencialmente,con un propósito Divino
bien definido.Con la calma y el discernimiento despejaremos nuestra mente para
poder llegar a conocer nuestra asociación con el Espíritu de Dios que reside en
cada uno de nosotros.
Así
encontraremos la realidad de nuestra autovaloración,nuestra gran dignidad
espiritual.
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