El Padre no tiene favoritos; trata a cada uno de sus hijos ascendentes como individuos cósmicos. El Supremo de la misma manera no tiene favoritos; trata a sus hijos experienciales como un todo cósmico. El mortal puede descubrir al Padre en su corazón, pero tendrá que buscar al Supremo en el corazón de todos los demás mortales; y cuando todas las criaturas revelen perfectamente el amor del Supremo, se volverá una actualidad universal para todas las criaturas. Ésa no es más que otra manera de decir que los universos serán establecidos en luz y vida.
El logro de autorrealización perfeccionada por todas las criaturas más el logro del equilibrio perfeccionado a través de los universos iguala el logro del Supremo y presencia la liberación de toda realidad finita de las limitaciones de la existencia incompleta. Tal agotamiento de todos los potenciales finitos da como fruto el logro completado del Supremo y se puede definir de otra manera como la actualización evolucionaría completa del Ser Supremo mismo.
Los mortales no hallan al Supremo en forma repentina y espectacular como un terremoto abre abismos en las rocas, sino que lo encuentran lenta y pacientemente como un río que va desgastando quietamente su lecho.Cuando hallas al Padre, hallas la gran causa de tu ascensión espiritual en los universos; cuando hallas al Supremo descubrirás el gran resultado de tu carrera de progresión al Paraíso.Pero ningún mortal que conoce a Dios puede estar nunca solo en su viaje a través del cosmos, porque sabe que el Padre camina a su lado a cada paso, mientras que el camino mismo que está atravesando es la presencia del Supremo. Tomado del Libro de Urantia
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