Aunque la religión produzca el crecimiento de los significados y la elevación de los valores, siempre resulta el mal cuando se elevan las evaluaciones personales a niveles de los absolutos. Un niño evalúa la experiencia de acuerdo con el contenido de placer; la madurez es proporcional a la sustitución del placer personal por significados más elevados, aun lealtades a los conceptos más elevados de las situaciones diversificadas de la vida y de las relaciones cósmicas.Algunas personas están demasiado ocupadas para crecer y por consiguiente corren el grave peligro de la fijación espiritual. Se debe disponer para el crecimiento de los significados en distintas edades, en culturas sucesivas y en las etapas que van pasando de la civilización en avance. Los principales inhibidores del crecimiento son el prejuicio y la ignorancia.Dad a cada niño creciente la oportunidad de cultivar su propia experiencia religiosa; no debéis forzarlo a una experiencia adulta ya hecha. Recordad, el progreso año por año a través de un régimen de enseñanza establecido no significa necesariamente progreso espiritual y menos aún crecimiento espiritual. La ampliación del vocabulario no significa el desarrollo del carácter. El crecimiento no está auténticamente indicado por los meros productos sino más bien por el progreso. El crecimiento educativo verdadero está indicado por la elevación de los ideales, la mayor apreciación de los valores, los nuevos significados de los valores y una lealtad aumentada a los valores supremos.Los niños reciben una impresión permanente tan sólo por las lealtades de sus asociados adultos; el precepto, o aun el ejemplo, no está duraderamente influyente. Las personas leales son personas en crecimiento, y el crecimiento es una realidad que impresiona e inspira. Vive lealmente hoy —crece— y mañana será otro día. La forma más rápida para que un renacuajo se torne rana, consiste en vivir lealmente cada momento como renacuajo.
Tomado del Libro de Urantia
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