La gran debilidad de la veneración de los antepasados consiste en que ésta promueve una filosofía de visión retrógrada. Aunque sea prudente recoger sabiduría del pasado, es un desatino considerar el pasado como la única fuente de la verdad. La verdad es relativa y extensible, siempre vive en el presente logrando nuevas expresiones en cada generación de hombres, aun en cada vida humana.
Pero la gran fuerza de la veneración de los antepasados es el valor que esa actitud confiere a la familia. La sorprendente estabilidad y persistencia de la cultura china es una consecuencia de la suprema posición otorgada a la familia, ya que la civilización es directamente dependiente del funcionamiento efectivo de la familia. Y en la China la familia llegó a tener una importancia social, aun una significación religiosa, que muy pocos pueblos han sabido alcanzar.El desarrollo ulterior de la escritura, conjuntamente con el establecimiento de escuelas, contribuyeron a la diseminación del conocimiento en escala sin precedentes. El desarrollo religioso del culto de los antepasados pasó a ser aun más complicado debido a una inundación de supersticiones que presuponían la adoración de la naturaleza, pero persistieron vestigios de un real concepto de Dios en la adoración imperial de Shang-ti.La devoción filial y la lealtad familiar impuestas por el creciente culto de la adoración a los antepasados aseguró el establecimiento de relaciones familiares superiores y de perdurables grupos familiares, todo lo cual facilitó muchos factores en la preservación de la civilización.La conservación de la riqueza;El compartir las experiencias de más de una generación;la eficiente educación de los niños en las artes y ciencias del pasado;y el desarrollo de un fuerte sentido del deber,el realzamiento de la moralidad y el aumento de la sensibilidad ética
Tomado del Libro de Urantia
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