martes, 10 de septiembre de 2013
Los Indios de Norteamérica
Los indios de Norteamérica nunca llegaron a tomar contacto siquiera con los vástagos anditas de Adán y Eva, ya que fueron desposeídos de su tierra natal asiática unos cincuenta mil años antes de la llegada de Adán. Durante la época de las migraciones anditas los linajes puros rojos se estaban diseminando por Norteamérica como tribus nómades y cazadoras que practicaban la agricultura en menor grado. Estas razas y grupos culturales permanecieron en un aislamiento casi total del resto del mundo desde su llegada a las Américas hasta el fin del primer milenio de la era cristiana, cuando fueron descubiertos por las razas blancas de Europa. Hasta ese momento los esquimales eran lo más parecido al hombre blanco que hasta entonces jamás había visto las norteñas tribus de hombres rojos.Las razas roja y amarilla, son las únicas razas humanas que alcanzaron alguna vez un alto grado de civilización lejos de la influencia andita. El más antiguo centro cultural amerindio fue el de los Onamonalonton en California, pero ya por el año 35.000 a. de J.C. había desaparecido. En México, en Centroamérica y en las montañas de Sudamérica las ulteriores y más duraderas civilizaciones fueron fundadas por una raza predominantemente roja, pero que mostraba considerable cantidad de componentes de las razas amarilla, anaranjada y azul.Estas civilizaciones fueron producto de la evolución de los sangik, aunque vestigios de la raza andita llegaron hasta el Perú. Con excepción de los esquimales en Norteamérica y unos pocos anditas polinesios en Sudamérica, los pueblos del hemisferio occidental no tuvieron contacto con el resto del mundo hasta el fin del primer milenio después de Cristo. En el plan original de los Melquisedek para el mejoramiento de las razas del mundo se había estipulado que un millón de los descendientes directos y puros de Adán debían ir a mejorar al hombre rojo de las Américas. L.U.
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